lunes, 17 de diciembre de 2012

La casa


Llegó un día. Se presentó en su vida sin pedir permiso. En verdad no tenía que pedir permiso, ya que fue invitado, pero nunca está de más pedir permiso y limpiarse en el felpudo antes de entrar. La casa estaba llena de habitaciones, algunas eran geniales, contenían las cosas más sorprendentes y bellas, pero también las más oscuras y horribles, sitios donde nunca querrías entrar o en los que, una vez dentro, apenas podías huir.

Vista desde fuera la casa era curiosa. Sus ventanas parecían ojos que te miraban al entrar, hasta quedarse bizcos. Tenía dos puertas, la principal y una que llevaba a la cocina. Nunca llegó a entrar por la puerta principal, esa solo era para ocasiones especiales, pero claro, su llegada nunca era una ocasión especial.

Cuando estaba dentro la casa se llenaba de ruido, de sonido, la casa estaba llena. Se oían carcajadas, conversaciones a gritos... El silencio quedaba en segundo plano. Cuando salía la casa parecía silenciarse, vaciarse de alguna extraña forma. Pasaba poco tiempo fuera de la casa, solo el necesario, no quería que el silencio se acomodara. No podía permitirlo.

Pero poco a poco aún estando dentro el silencio se iba adueñando del lugar, las habitaciones se vaciaban, los pasillos se oscurecían, la cocina se enfriaba. Las risas sonaban huecas y las conversaciones estaban roncas. Las ventanas no te miraban al entrar ni al salir. El silencio y el vacío empezaba a ser contagioso. Y después del silencio venía el ruido, pero no un ruido acogedor, sino esa clase de ruido que te hace temblar por dentro y desear esconderte lo más rápido posible para que no te alcance.

¿Qué otra cosa podía hacer? La puerta principal se abrió. Parece que esta era una ocasión especial. Se paró en el umbral, mirando cada una de las esquinas de la habitación antes de coger su paraguas. Solo tenía que dar un paso. Y lo dio.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Uno de los videoclips más emotivos que he visto en mi vida, me ha llegado al corazón. Que pena que no lo viera antes.

domingo, 2 de diciembre de 2012

¿Tienes que ser tu?


Uno va con tantas ganas que a veces conoce a una persona y a los dos días de conocerla se dice a uno mismo: “Tienes que ser tu, tienes que ser tu, va a estar bien. Te van a gustar las mismas pelis que a mi, vas a conectar con todas mis neuras, yo no me voy a poner nervioso con las tuyas.” Al final a veces no lo es.

Aunque lo vaya a romper justo después de empezar, hoy lo necesito. Tienes que ser tú, tienes que ser tú... Aunque lo vaya a joder poco después de empezar, te juro que hoy lo necesito. Tienes que ser tú.
 

lunes, 26 de noviembre de 2012

"Aquel que quiere permanentemente llegar más alto tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo. ¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? Pero ¿Por qué también tenemos vértigo en un mirador provisto de una vaya segura? El vértigo es algo diferente del miedo a la caída, el vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos trae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados”. (No se quién lo escribió.)

jueves, 15 de noviembre de 2012

El otro día fue el cumpleaños del hombrecillo que me hizo este gran regalo, pero no pude felicitarle (en verdad no sabia que era su cumpleaños) así que le felicito con retraso (el mio, que es abudante), aunque seguramente no lo lea. Pero bueno, da igual. Siempre que mi madre entra en mi habitación se asusta al verlo. Bueno, pues si lee esto, si lees esto, felicidades muchachote. Los bonsais crecen bajos.

martes, 6 de noviembre de 2012

Que lo sepas

Que sepas que, a pesar de todo...
Cuatroever and ever.

(Solo busco una excusa para poner este fantástico gif.) (Dioses, como mola, a mi me llega)

lunes, 5 de noviembre de 2012

Reconstrucción

"Levanté la cabeza del manuscrito y me quedé observando cómo recogía sus cosas y preparaba sus maletas, lista para salir de una vez de mi vida. Y aunque me alegraba por ello, no pude dejar de pensar que todo el tiempo que pasamos juntos me ayudó a creer que quizá quedaba algo bueno y decente en este despiadado mundo y, con suerte, en mí mismo.
Ahora tocaba volver a empezar."


Somodgy

martes, 30 de octubre de 2012

Alfredo: Te contaré una historia. Sólo para ti, Toto. Sentémonos.
Hubo una vez un rey que dio una fiesta. Las más hermosas princesas asistieron. Un soldado de la guardia real vio pasar a la hija de rey. Era la más adorable, e inmediatamente el soldado se enamoró. Pero, ¿qué era un simple soldado al lado de la hija de un rey? Un día el soldado se las arregló para verla y le dijo que ya no podía vivir sin ella. La princesa quedó tan impactada por la profundidad de sus sentimientos que le dijo: "Si puedes esperar por 100 días con sus noches bajo mi balcón yo seré tuya". Dicho esto, el soldado salió y esperó un día, dos... luego diez, veinte. Cada noche la princesa lo buscaba y allí estaba él, sin moverse. Siempre allí, lloviera o relampagueara. Las aves se posaban en su cabeza, las abejas lo aguijoneaban, pero él no se movía. Después de 90 noches, se veía seco y pálido. Brotaron lágrimas de sus ojos. No pudo detenerlas. No tuvo ni siquiera fuerzas para dormir. Y todo ese tiempo, la princesa lo observaba. Cuando la nonagésima novena noche llegó... el soldado se levantó, tomó su silla, y se marchó...
Toto: -¿Qué? ¿Justo al final?
Alfredo: -¡Justo al final, Toto! No me preguntes qué significa, no lo sé. Si logras descifrarlo, me lo dices.

Cinema Paradiso.

domingo, 28 de octubre de 2012

Me aburro

Mi piace andare piano, piano,
como Constantino Romero
because like this
because like this si arriva lontano.

Cuando desperté, ¡qué triunfo!,
entendí que había sido capaz de ganar
a cien millones de hombres perezosos en pijama.
Y había nivel, y trampas.
El segundo quería hacer algo de provecho,
pero volviose a la camita a acostar.

Hoy voy a decirlo: ¡cómo me aburro!
Y tú ya no puedes entretenerme.
Soy un ser divino, ven a arroparme.
¡Qué mala suerte aburrirme tanto!

Luego salí, ¡qué trauma!,
percibí que aquí fuera no había diversión,
yo no iba a ser el rey de la fiesta.
Algo más tarde, ya noche,
me juré no volver a olvidarlo jamás,
fui el ganador del gran circuito de Lo Mónaco.

Hoy voy a decirlo: ¡cómo me aburro!
Y tú ya no puedes hacerme entretenerme.
Soy un ser divino, ven a arroparme.
¡Qué mala suerte aburrirme tanto!

Oh, el síndrome Loserdad,
la vida te sentó en un sillón,
contando todo tipo de traumas.
Oh, podrías pensar un rato en él,
quería hacer algo, recuerda como te empujaba.
Y quedó aburrido, uuuhhh ...

Hoy voy a decirlo: ¡cómo me aburro!
Y tú ya no puedes hacerme entretenerme.
Soy un ser divino, ven a arroparme.
¡Qué mala suerte aburrime tanto!

Di no al aburrimiento, sin aburrirse, sin aburrise, no al aburrimiento.
Sillón contra Camita,
aburrimiento es lo que impera.
Qué simpático, simpático, carismático, simpático.
Sillón contra Camita,
tus loserdades a la hoguera, ¡ya! 

(Pues eso, que me aburro mucho, siento esta "cosa", por llamarlo de alguna forma. Rezad por mi alma inmortal.)

Microrrelatos

-Ponte este colgante al lado del corazón, si lo haces nada malo te podrá pasar.

Por desgracia no sabía que debido a una enfermedad congénita carecía de corazón.

domingo, 21 de octubre de 2012

1999

Se cierran los capítulos y no se puede hacer nada. Se cierran de manera paulatina, pero no nos damos cuenta hasta tenerlos delante de los ojos, cuando casi podemos tocarlo con la nariz. Todas las señales que nos mandó mientras agonizaba han pasado desapercibidas, o nos hemos engañado adrede, intentando ignorarlas para disfrutar ingenuamente de los últimos momentos. Y ahora me veo aquí sentado, frente a ti, intentando congelar cada instante, siendo increíblemente consciente de que son los últimos.

Quizá pueda guardarlos, quizá pueda salir de aquí sonriendo y no tener que tirarme en el primer banco que encuentre, o apoyar la cabeza contra la pared de cualquier edificio que me cruce, mientras lucho por seguir de pie. Pero no es así.

Somodgy

Lleva este titulo porque está inspirado en esa gran canción. Y como casi siempre Somodgy tiene razón. Solo queda ser uno. Uno y no más, supongo.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Mensajes de enamorados

Los tipicos mensajes que te envia una chica muy enamorada. Si, señor.

Estoy sola en casa, medio desnuda y muy cachonda.

Cada gota de sudor que recorre mi garganta lleva tu nombre.

Me gustan las patatas.

Devuelveme la vida que me las quitao ai ai ai ai, que me las quitao.

Si el amor existe debe parecerse al dulce oceano que veo en tus ojos cada vez que tus lagrimas luchan por su libertad.

Cada tallarin que ingiero para cenar lleva tu nombre.

El bum bum de mi corazon me recuerda la belleza de tu sonrisa.

Toa toa toa.

El mar. El rocio por la mañana. Los delfines. Tú.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Un día de estos

Bueno gentecilla, este 23 hay concierto de este hombre tan guapete (uy, pero si también es mi cumpleaños, ejem, ejem.) Yo que vosotros iría, pero allá cada uno con lo suyo.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Manual para los desesperanzados

Quita la foto. Quitala de una vez. Sabes que no te hace ningún bien, pero no puedes dejar de mirarla. Quería escribir una simple anotación en una página del libro de tu vida, pero hace tiempo que pasó del capítulo. Sin una mirada, sin una palabra bonita, solo llamandote tonto y pardillo.Las puertas ya están cerradas, ni siquiera sabes si un día estuvieron abiertas. No hay una antihistoria mejor. Borralo todo. No borres nada. Todo da igual. Nada da igual. Ven. Vete. No me digas nada. Dimelo todo. Todo son tonterías, nada más que tonterías. Esa voz, esas palabras van desapareciendo. Estás harto de cristales, ojos de cristal, sonrisa de cristal. Hubo un tiempo en el que no había cristal. Dentro de poco no habrá cristal ni nada detrás. El sonambulista ha caido y no se va a levantar. Hubo un principio y habrá un final. Te has caido de la cuerda. Puede que esas maquinas nunca existan. Lo improbable no es imposible. Quita las fotos, por favor. La magia ha partido, lo ha partido todo. Buenos días y buenas noches. ¿Te volverá a dar alguien los buenos días y las buenas noches? Espero que sí. Pero aún así no se como realmente eres. Me sorprendes cada vez que te leo.

martes, 28 de agosto de 2012

+ ¿Vas a ir solo a ver las estrellas?- Si
 + ¡Qué valiente!
- No es eso. Es que no tengo nadie con quien ir.+ Tampoco hace falta ir con alguien. La noche no te va a comer.
 - Si lo va a hacer. Esta noche si. El cielo está hambriento y puede oler mi miedo.
+ Lo dudo
- No lo dudes, la noche esconde monstruos detras de la Luna. 
 + Pero no todos los monstruos son malos
- No, solo los que se esconden detras de la luna son malos.
  Los que se esconden detras de las estrellas son buenos.
  Son muchos mas que los de la luna, pero están mucho más lejos.
Las noches sin luna son las mejores.
  Pero aún así los monstruos de las estrellas no salen a saludar.
 + Porque no nos merecemos sus saludos
  - O porque nos tienen miedo, yo creo que nos tienen miedo.
 
+ Asco mas bien.- No, asco no, esos pequeños monstruos no sienten asco.
Pero no quieren que les hagamos daño, o que los domestiquemos.
+ Puede.
- Pobres monstruitos.
 Tienen suerte de no estar aqui.
 - No, allí arriba están solos, separados unos de otros.
  Desean estar aqui, pero tienen miedo. Y un día bajarán.
 
 + Nadie desearia estar aqui, este sitio está podrido.
   
  - No,es la gente la que esta podrida.
  Pero cuando bajen todo se arreglara.
O no.
  Pero por fin habrán bajado y ya no tendrán miedo.
 + Por fin habran bajado y se convertiran en alguien mas de un montón
  Perderan su individualidad
empezaran a comprar ropa en Zara y a comer en el Mcdonald
 - No.
  No será asi.
Tú no conoces a los monstruos.
  Yo si
  Y no son así+ ¿Cómo los conoces?
 - A veces los miro por el telescopio.
 
O a veces bajan, pero no llegan a tocar el suelo.
 
  Se quedan flotando en mi cabeza.+ ¿Y por qué en tu cabeza?
 - Les gustan mis rizos.
  Les hacen cosquillas en los pies. 

sábado, 25 de agosto de 2012

La niña potencial gravitatorio


(Esta canción está inspirada en "La niña imantada" de Love of Lesbian)
Quien me iba a decir cuando caí en ti
Que tu velocidad de escape no me dejaria salir...
Solo un punto vi yo, pero no me fijé en la densidad
Así que cuando caí en tu inmensidad todo se acabó

Pero en el fondo no estás tan gordaaaaaa
Lo importante es que en un agujero negro no colapsarás
Y a tu alrededor una galaxia no podrá giraaaaaaaar
A no ser que de tanto comer te hinches aun maaaaaaaas

Y es que tu potencial gravitatorio no me deja escapar
En una orbita estable siempre me tendrá
Hasta que con el paso del tiempo decaiga y hacia ti vaya en espiral
Y es que tu potencial, no va al cuadrado ni a la cuarta
Sino de forma exponencial

Pero en el fondo no estás tan gordaaaaaa
Lo importante es que en un agujero negro no colapsarás
Y a tu alrededor una galaxia no podrá giraaaaaaaar
A no ser que de tanto comer te hinches aun maaaaaaaas

En el fondo a mi me da igual
En tu pozo gravitatorio quiero estar
Y me da igual no poder escapar
Aunque las fuerzas de marea en un espagueti me conviertan
Simplemente a tu lado quiero estar.

Pero en el fondo no estás tan gordaaaaaa
Lo importante es que en un agujero negro no colapsarás
Y a tu alrededor una galaxia no podrá giraaaaaaaar
A no ser que de tanto comer te hinches aun maaaaaaaas
Pero todo esto me da igual...


jueves, 3 de mayo de 2012


En el fondo somos todos animalitos, David, queremos que nos hagan caso, soñar, tenemos miedo a veces. Cuando se tambalea algo hacemos el bobo y formamos montañas de arena, pero el fondo suele ser simple, sólo hay que encontrarlo.

Mario.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Scrubs

Hoy he encontrado una carpeta en el ordenador en la que había de todo, letras de canciones, frases de películas y series y hasta cosas escritas por mi. Bueno, el caso es que me he quedado flipando, porque parece que apunté una frase del doctor Cox, de Scrubs (serie que más os vale haber visto, porque es genial) pero una frase moñas(perdón si esta moñada hiere vuestra sensibilidad, pero el que se meta con la serie o con Cox morirá) . Y eso es muy raro. Bueno, que ahí va:

"Las relaciones sentimentales no funcionan como en la tele o el cine, lo harán, no lo harán... Pero al final son felices y comen perdices. 9 de cada 10 parejas no funcionan porque de entrada no encajaban y la mitad de las que se casan se separan, pero le aseguro que a pesar de todo no me he convertido en un cínico. Si, para mi el amor sirve sobretodo para vender bombones llenos de licor, o un pollo en algunas culturas, pero sigo creyendo en el amor. Soy un idiota, pero no me importa. Porque creo que las parejas en las que están hechos el uno para el otro se enfrentan a la misma mierda, la diferencia es que no dejan que eso les afecte. Una de esas dos personas luchará para conservar su relación siempre que sea preciso y realmente serán muy afortunados, uno de los dos dirá algo."

sábado, 28 de abril de 2012

Manual para los tristes

Cada día era igual que el anterior. Levantarse triste, desayunar triste y todo igual; hasta aquel momento. De repente te girabas, sin motivo alguno y todo dejaba de existir. La tristeza, la apatía, la soledad. Solo quedaba tu sonrisa, a veces solo con los ojos, a veces con los labios. Solo por eso valía la pena. Aunque te escondieras tras el brazo. Aunque estuvieras riéndote de mi. Aunque todo fuera una broma tuya. Pero me daba igual. Seguramente no significara nada para ti, pero era mucho para mi. En aquel momento por fin era feliz. Y quería seguir siéndolo. Ojalá. Y aquí estoy, sobre la cuerda, por una simple sonrisa. Pero aún así no se como realmente eres. Me sorprendes cada vez que te veo.

viernes, 27 de abril de 2012

Manual para los fieles

- ¿Sabes que por mucho que observe tu rostro siempre acabas sorprendiéndome? Memorizo cada rasgo y, cuando los evoco, acentúo aún más tu belleza; afilando tu perfil, redondeando tus labios, ondulando tu pelo, remarcando cada arruga que aparece en tus mejillas cuando sonríes o intentando hacer más inverosímil el color de tus ojos; pero aún así no llego a imaginarte cómo realmente eres. Me sorprendes cada vez que te veo.


Somodgy

domingo, 22 de abril de 2012

Sueño raro (2)

Hoy he tenido un sueño de esos raros de cojones.

Bueno, el caso es que me levantaba un día para ir a la facultad y veía a lo lejos en el cielo como una especie de tela cubriendolo, y se iba acercando. Cuando ya estaba cerca veía que la movían miles de helicopteros y era enorme, cubría todo el cielo y no se veían los bordes. Me daba cuenta de que no había ni luz ni agua ni telefono ni nada y no podía llamar a mi madre para decirle que trajera el coche. Ya tenía la tela encima y cubría todo, se formaban nubes debajo de ella y parecía como un día nublado pero mucho mas oscuro de lo normal, con apenas luz. Entonces intentaba huir y me encontraba con más gente, todos estabamos huyendo, pero la tela siempre iba más rápido. Había una zona que estaba electrificada y por la que no podíamos pasar y había gente que se electrocutaba, no se por qué, solo la gente que pasaba con armadura metálica no se electrocutaba, asi que me ponía una y pasaba. Después llegaba a una mansión de esas con mayordomo incorporado y no se por qué la gente de la casa me perseguía, pero yo conseguía esconderme en una habitación en la que estaba el mayordomo, que decía que no me iba a delatar. Pero al final el dueño de la casa, que iba en coche, me encontraba, pero decía que me iba a ayudar. Y aquí se acaba el sueño.



miércoles, 11 de abril de 2012

Sal con un friki

Sal con un friki. Queda cualquier tarde para jugar al Wow con alguien que se gaste su dinero en libros o cómics en lugar de gafas de sol de marca. Alguien que siga creyendo en los finales felices de las novelas de aventuras, que muestre luz en sus ojos al hablar de la primera camiseta de Batman que cayó en sus manos cuando era un niño.

Encuentra a un chico al que llamen friki. Sabrás reconocerle porque suelen perderse en bibliotecas y parques, en Norma Cómics y en foros de internet donde aún se escribe usando todas las letras del abecedario. Suelen tener blogs donde hablan de sus pasiones, de sus sueños y sus ilusiones sin ningún pudor a mostrarse vulnerables, quizá usando algún seudónimo que garantice su anonimato. Pero no te preocupes; sabrás reconocerle en cualquier cafetería porque su tazas de café suelen ir acompañadas sobre la mesa por libros, comics, e-books o portátiles. Si te chocas con él caminando por la calle ten paciencia: su mente viaja más allá de lo que le rodea, y seguramente caminase soñando con otros mundos mucho más bonitos que el tuyo cuando se tropezó contigo.

No pierdas la oportunidad de conocerle más. Interésate por Kafka, por Tolkien, por George R.R. Martin, por Reverte, por Dan Simmons, por Cels Piñol, por Humberto Ramos, por las series de la HBO. Respeta su silencio mientras pierde su mirada entre párrafo y párrafo, y escucha atentamente sus discursos entusiastas y acalorados acerca del último capítulo de The Big Bang Theory. Aprende a compartir su atención, puesto que es imposible luchar contra esa parte de él mismo que le hace diferente. Únete a sus pasiones. Pregúntale si prefiere ser un Stark o un Lannister, y diviértete sintiéndote cómplice de sus sonrisas.

Es muy fácil salir con un friki. Regálale libros por su cumpleaños, pijamas manchados de sangre de zombi por Navidad, relojes en código binario por vuestro aniversario. Comprobarás que, a pesar de tener preferencias materiales exóticas, es detallista y romántico. Se empeñará en convertir vuestra historia de amor en una fantasía épica en la que no faltarán enardecidas batallas con deliciosas consecuencias y celebraciones por todo lo alto para los héroes vencedores. Te mimará sobremanera y te recordará como Spartacus a su musa cuando estéis separados; en su mente tan sólo hay una Sura digna de su corazón. Serás su más preciado tesoro. Su Penny. Su Princesa Peach. Su Leia.

Pónselo difícil. Ha aprendido junto a sus personajes protagonistas favoritos que las mejores recompensas llegan después de los más duros esfuerzos, que no hay belleza en lo fácil. Luchará por ti hasta llegar a ese capítulo en el que le entregues tu corazón, porque sabe que merecerá la pena. Como cuando tuvo que pasarse un escenario entero matando bichos con un cuchillo hasta llegar a la preciada escopeta.

No tengas miedo de equivocarte. Todos se equivocan, y él más que nadie lo ha vivido en esos giros argumentales en los que la razón del narrador se pierde por algunas páginas y todo vuelve a su cauce, al cabo de otras tantas. Sabe que las princesas de los cuentos a veces ponen a prueba a sus héroes y quizá no necesiten ser salvadas, como Lara Croft. Que tú, igual que Daenerys o que Lisbeth Salander, puedes quemar como el fuego cuando te enfadas, pero que tras tus ardientes emociones se esconde un gran corazón que le quiere. Que si guarda su cariño igual que guarda las partidas, siempre podrá volver a intentarlo si su Prince of Persia cae al vacío.

Si te ganas a un friki, mantenlo cerca. Acostúmbrate al olor a libro viejo, a encontrarte figuritas en miniatura amontonadas por cada rincón de vuestra casa. A tropezarte con peluches de Cthulhu entre las sábanas cuando te acuestes, y despertarte con un chico gritando entre sueños "NOOO PUEDEEES PASAAAAR" a tu lado, a media noche. No encontrarás mejor compañero de domingos por la mañana, cuando te sientes en la terraza a leer tu revista favorita y él te acompañe tumbándose a tu lado con una paz infinita a leer Sandman. Aprenderás lo hermoso de los silencios compartidos, la maravilla de reconocer sus emociones de Peter Pan con sólo una mirada.

Vuestra casa no se inundará con el clamor del fútbol las noches de mundial, pero sí con el estruendo de los persas luchando contra los espartanos, o de los escoceses alzando la voz y pidiendo libertad. Con la banda sonora de Sweeney Todd. Con la musiquilla que suena cada vez que aparece el malo del Monkey Island.

Te pedirá matrimonio en un escenario que le recuerde al amor. Con suerte será en París, o en Roma, o en un bosque frondoso y vivo, o bajo un cenador cuajado de jacarandas. Pero no te asustes si se arrodilla frente a ti en un hotel encantado, o jugando al Paintball, o en una selva que se asemeje a la Cuenca de Sholazar, o en un taxi recorriendo la ciudad con una lista de las mejores fiestas, o en una granja de Texas, o visitando los escenarios hawaianos donde se rodaron escenas LOST. Nada es previsible con él, igual que ocurre con las buenas novelas.

Serás tan feliz a su lado que te sentirás como Scully y no recordarás cómo era tu vida antes de conocer a Mulder. Les leerá cuentos a vuestros hijos. Incluso mejor: se los inventará. Hará de la infancia de los niños algo hermoso y divertido, y prescindirá de objetos materiales y perecederos para entretenerles siempre que le sea posible. Les enseñará a soñar, a imaginar, a pintar la vida de colores mágicos. A decidir por ellos mismos. A no perder el rumbo que guía sus barcos hasta la isla del tesoro. A creer en la amistad.


Envejecerá a tu lado y te seguirá viendo siempre hermosa. Sabrá mirar más allá de la piel y te amará toda la vida a pesar de tus defectos o, quizá, precisamente por ellos. Nunca dejará de ser un niño con mirada de cachorrillo y te acompañará en tus paseos tranquilos hasta que se le agoten los corazones de la barra de vida.

Sal con un friki porque te lo mereces. Te mereces a alguien que pueda darte la vida más emocionante y divertida posible. Si tú te quedas en la superficie, si te importa el qué dirán y no eres capaz de valorar lo que de verdad importa y le da autenticidad a la existencia, quizá estés mejor sola. Pero si quieres el mundo y todas las sagas que le sucederán... sal con un friki.


O mejor aún. Sal con un friki, como tú.

Original: UNA DE RIZOS

viernes, 30 de marzo de 2012

Bueno, ahora que la gente ha luchado por sus derechos en la huelga general de ayer, a ver si la gente empieza a luchar por sus sueños. Lo dudo mucho, pero bueno, el mundo no es perfecto.

lunes, 26 de marzo de 2012

Ácido

Cuando la fría hoja de metal abrió su carne no sintió nada. Ni un dolor sordo, ni una tajo seco. Nada.
Bajó la mirada y contemplo cómo la sangre empezaba a manar de la fina línea de color rojo brillante que había aparecido en su abdomen, a la altura del estómago. Vio cómo empezaba a deslizarse y a escurrirse, tiñendo de rojo su piel. Fue entonces cuando alzó la vista, fijándola en la enorme figura, alta y de brazos tan regios como podrían haber sido dos ramas de un roble, que sostenía en sus manos un cuchillo manchado de sangre. La misma sangre que resbalaba por su abdomen. Alargó una mano hacia él y entrecerró los ojos, haciendo un esfuerzo para intentar poner en orden sus pensamientos y poder comprender cómo había acabado así.
Notó cómo sus labios hacían el ademán de curvarse, intentando dar rienda suelta a la idea que había dominado su cabeza desde que todo esta locura comenzase. "¿Por qué?" Sin embargo no llegó a despegarlos. Repentinamente perdió todo el interés que esa cuestión le suscitaba.
Sentía como la vida se le escapaba poco a poco, cómo fluía hacia afuera, de la misma forma que el ácido de su estómago se derramaba a través de la herida, abrasando la carne de alrededor a su paso.
¿Cómo podía estar sucediendo esto?¿Cómo era posible que, mientras se desangraba y notaba como la presión de sus arterias disminuía y sus músculos iban perdiendo tensión, no le importase? Ni siquiera se le pasó por la cabeza preguntarse el por qué de ese desinterés, simplemente lo aceptó.
No estaba sucediendo nada, ningún pase de diapositivas que resumiese su vida en un par de segundos, ninguna certeza abrumadora, ninguna revelación ni ninguna luz al final del túnel; claro que tampoco le importó.
Se sintió vacío y despreocupado, de la forma en que sólo puede sentirse alguien que sabe que no queda más, que todo está hecho y qué, ahora sí, no se puede cambiar nada.
Extrañamente, ese vacío trajo una sonrisa a sus labios. Todo estaba hecho y no había vuelta de hoja. Nada de lo que arrepentirse a estas alturas. Ni siquiera estaba teniendo que aceptar su muerte, ya que ella se estaba imponiendo brutalmente. No le quedaba más que dejarse caer, y lo hizo. Se escurrió contra la pared y se dejó resbalar hasta el suelo. Todo ello sin dejar de mirar lo fríos ojos verdes y amarillos de su verdugo. Esos extraños ojos podrían haber conseguido llamarle la atención en algún otro momento, pero no ahora, total, estaba muriéndose.
Aún con la sonrisa en el rostro, un último pensamiento le vino a la mente. Irónico, como todos lo que cierran una etapa, resumiendo la sarta de idioteces que nos guían a acabarlas. "Al final he conseguido dejar de pensar"
Sonrió aún más y dejó el cuerpo inerte, mientras notaba como su corazón luchaba desesperadamente por seguir latiendo. Bum, bum, bum. Cada vez más débil, cada vez más espaciados ... Bum ... bum. Dos .. uno ... no había más. Espiró y cerró pesadamente los párpados, mientras todo a su alrededor se iba tornando de un hermoso y extraño color dorado.

Somodgy

sábado, 24 de marzo de 2012

La increíble historia del sonambulista ilusionado

Hola. Te lo digo a ti que lees esto. Hace algún tiempo que no escribo, pero no te voy a aburrir contándote mi vida. ¿Qué iba a escribir yo? Ya no me acuerdo, pero sería una tontería sin importancia. Debería seguir escribiendo las historias del Sonambulista. Estoy pensandolo seriamente. Y que conste que cualquier parecido con la realidad es simple coincidencia. Bueno, voy a intentarlo.

El sonambulista se despertó. Esta vez se arriesgó mucho, intento subir más alto, sin protecciones sin barra, tenía la ilusión de que no se iba a caer. Hasta que puso el primer pie en la cuerda. Fue entonces cuando se dio cuenta de que todo podía salir mal, de que podía caer, pero aún así siguió avanzando, una vez arriba no puedes hacer nada más. Y pasó lo que tenía que pasar, lo que todos estaban esperando. Cayó desde gran altura y el tiempo que tardó en caer se le hizo infinito. Simplemente caía y caía. Le cogió el gusto a caer. No intentó volar, creía que no podía. Y al final el infinito se acabó. Chocó contra el suelo y no sintió nada. Sabía que lo que le dolería después no sería el golpe sino la caída.

Lo primero que vio fue el techo, estaba tumbado, nada le dolía, hasta que miró la cuerda. Entonces es cuando le empezó a doler. Había vuelto a caer y ahora se daba cuenta. Sabía que iba a caer, pero eso no hacía que doliera menos. Sabía que ese era su trabajo, y que lo hacía porque quería, nunca se arrepentiría de nada. Sabe que no hay que arrepentirse de nada que hagas porque quieres.

-El mundo no es perfecto- le oyeron decir.

Y volvió a subir, aún más alto.

lunes, 5 de marzo de 2012

Conversación

He tenido una conversación con un amigo acerca de la anterior entrada, así que si os queréis enterar de que va la cosa leed antes esto Sonambulista , y me ha parecido una de las conversaciones más interesantes que he tenido en toda mi vida, así que la pondré aquí para que todos podáis leerla, Yo soy D y mi amigo S.

S: Mola. Aunque casi me hace llorar. Es un poco depresivo, pero eso sólo hace que mole más.

D: ¿Depresivo? Más bien triste, pero el final no es depresivo.

S: ¿Como que no? se va a volver a caer.

D: Si, pero no deja de intentarlo, no se rinde y al final llegará, cueste lo que cueste.

S: ¿Y a qué va a llegar? ¿A qué precio? ¿Merecerá la pena? Lo va a seguir intentando porque no tiene nada más que hacer, no sabe hacer otra cosa. No tiene elección. Es eso o quedarse quieto, morir. Y quiere posponerlo un poco, nada más. Pero eso no significa que vaya a escapar.

D: Al final va a llegar, el precio da igual, y merecerá la pena, porque habrá llegado. Sí tiene más cosas que hacer, puede quedarse abajo y vivir la realidad. pero no quiere, quiere volver arriba a intentarlo, puede escapar, pero no quiere.

S: Quedarse abajo a vivir la realidad es morir. Es aceptar que no puede. La muerte de las ilusiones está por encima de la muerte del cuerpo. Pero, en este momento, no creo que llegue, la verdad.

D:Si, es la muerte, pero puede elegir morir y sin embargo no lo hace. Sería mucho más fácil rendirse, pero no lo hace.

S: Pero si se rinde no le queda nada.Si no se rinde no es por valentía. Es por cobardía. Miedo a morir. Y punto. Como todo. Incluso el altruismo. Egoísmo disfrazado. El altruismo es la peor forma de egoísmo.No haces cosas por los demás, las haces porque a ti te sienta bien.

D: Pero la nada es muy cómoda, muy fácil, no tiene miedo a morir, simplemente indiferencia.

S: ¿Indiferencia? ¿Si tiene indiferencia por qué se cabrea al caer?

D: No me he explicado bien. Digo que en el caso de querer quedarse abajo lo haría por indiferencia, pero no, quiere volver a subir, no quiere rendirse copón, no porque no haya más oportunidades, sino porque quiere.

S: Pero no va a llegar a hacer nada.

D: ¿Cómo sabes que no va a llegar a hacer nada?

S: No depende de él, depende del azar.Y va a caer. El azar no es favorable, si algo puede salir mal, saldrá mal.

D: ¿Pero qué más da eso? Lo importante es que cree que lo va a conseguir, sabe que lo va a conseguir, aunque no lo consiga. ¿Que mas da que todo vaya a salir mal?

S: Morirá desilusionado. Al ver que se está muriendo y que no lo va a conseguir. Un suicidio. Con todo aceptado. Sería lo mejor. Y lo más valiente. Sin engañarse, sabiendo lo que va a pasar.

D:No morirá desilusionado, porque sabrá que lo ha intentado, que no ha dejado de intentarlo, porque no se ha rendido, su verdadera muerte sería rendirse.

S: Y morirse. Morirse también es la muerte. Morirá jodido, porque sabe que no ha llegado. Sabe que lo ha intentado pero no lo ha conseguido. Morirá sabiendo que está limitado. Morirá dándose de cara contra la pared. Morirá pensando "Y si ...". Y si lo hubiese intentado de otra manera. Y si tal condición me hubiese sido más favorable. Hasta que dirija su mirada hacia sí mismo y empiece a culparse y a cabrearse consigo mismo. A odiarse por no ser lo suficiente. Y morirá, claro que morirá. Morirá con lágrimas en los ojos y bilis en la garganta. Dándose cuenta que no ha sido suficiente. Dándose cuenta que a pesar de intentarlo no puede, porque la tarea le viene grande, porque es demasiado pequeño e insignificante para afrontarlo

D: Te equivocas, aunque lleves razón te equivocas, nunca morirá, nunca.

S: ¿Por qué? Se que no es todo tan negro como lo pinto. Sé que también hay parte bonita en intentarlo.

D: No se por qué, pero nada tendría sentido si fuera de otra forma. Prefiero engañarme y creer.

S: Un pesimista vive amargado, pero muere feliz. Al final las cosas son mejores de lo que se lo pintaban. Un optimista vive feliz y muere amargado. Al final las cosas no fueron tan bien como él quería.

D: Pues se un optimista en la vida y un pesimista en la muerte.

S: No se puede ser así. Por muerte me refiero a desenlaces a la hora de la verdad. Lo que sí puedes hacer es ir rebajando tus expectativas, en vez de darte una ostia gorda, te las vas dando pequeñitas.

D: Pues se un pesimoptimista, piensa siempre que todo va a acabar mal pero vive como si fuera a acabar bien. Nunca rebajes tus expectativas, te darás muchas ostias gordas, pero al final lo conseguirás, o eso quiero creer.

S: ¡Qué joven eres!

D: No soy joven. Me he dado muchas ostias gordas, pero joder, si pierdo la esperanza, ¿qué me queda? Y la he perdido muchas veces, la esperanza es lo último que se pierde, pero se pierde al fin y al cabo, pero la esperanza vuelve.

S: Claro que volverá. Pero mientras vuelve ... A regodearse en nuestra crapulencia, y a aprovecharlo.

D: Pues ya está copón, aunque al final no llegues al otro lado habrás vivido como querías vivir, y cuando mueras al final te darás cuenta de que querrías seguir intentándolo, que si te dieran a elegir volverías a intentarlo.

S: Hombre, eso es una suposición. Te acepto lo de vivir como quieras, pero lo del final... Bueno, sí, que demonios. No me arrepiento de nada de lo que he hecho, aunque a veces sea difícil no echar la vista atrás. Y empezar a preguntarse: Y si ...?

D:Nunca hay que preguntarse por y si... es lo peor que puedes hacer.

    Sonambulista

    Sonambulista es aquel que camina por una cuerda, puede ser ancha, de acero o simplemente un hilo, hecha de sueños. Va sin barra y con botas de montaña. Debajo de el no hay red ni protección alguna, solo la realidad. La cuerda se rompe y cae. Pero no se rinde, a pesar de que se rompa todos los huesos de su cuerpo vuelve a subir, y mientras tanto intenta hilar otra cuerda, al principio corta y poco resistente, pero finalmente vuelve a ser una cuerda resistente, mucho más resistente que la anterior. Y vuelve a subir. Comienza de nuevo a andar por ella, pero no se da cuenta de que aunque la cuerda resista puede ser él el que falle. Un paso en falso y cae. Pero el muy cabrón no se rinde, cuando ya debería dar todo por perdido vuelve a intentarlo. Piensa que igual si se quita las botas de montaña, que si usa una barra, de forma que sea mucho más fácil igual consigue llegar al otro lado. Y vuelve a subir, esta vez preparado, está bien equipado, sabe que se puede caer, sabe como lo tiene que hacer para evitar caer, avanza perfectamente usando la barra para mover su centro de masas, lo tiene todo perfectamente controlado. Pero no puede controlarlo todo. Un simple soplo de viento lo zarandea y lo hace caer. Entiende que por mucho que ponga de su parte, que por mucho que lo intente al final solo queda el azar. Que si quiere llegar al final necesita suerte. Pero no quiere suerte, no debería necesitar suerte. Pierde la esperanza poco a poco, sabe que lo más probable es que nunca lo consiga. Y vuelve a subir.

    domingo, 4 de marzo de 2012

    Creer

    Siempre me he quejado de la gente que cree en cosas fuera de la razón o de los hechos. Pero joder, me he dado cuenta de que soy parte de ellos. Me he quejado de que veneren algo que no existe, o que quizás no exista, me he quejado porque la gente cree sin razón alguna. Y al final yo también creo, evidentemente no en temas tan transcendentales, pero creo al fin y al cabo, sin razón alguna, sin hecho comprobado, sin experiencia ni mierdas, aunque sean cosas totalmente banales o no. Todo el mundo lo hace al final. Mucho racionalismo, mucho empirismo pero al final todo es creer. Y no me gusta creer, le da a todo ese aire de incertidumbre que nos horroriza (joder, y ahora me pongo a pensar en cuántica...). Bueno el caso es que no quiero creer, pero no puedo dejar de hacerlo, y todo el mundo igual. Y tengo muchas más cosas que decir, pero hoy no, mañana.

    sábado, 25 de febrero de 2012

    Insomnio

    Los días marchaban lentos y pesados, como una cadena de reos que avanzaban con pena y reticencia hacia su condena. Mientras, él permanecía aislado; aislado por paredes y libros, pasando febrilmente una amarillenta página tras otra a la luz fútil y parpadeante de una vela.
    Allí abajo no había distinción entre el día y la noche, comía cuando se acordaba de alargar la mano hacía el montón de mendrugos de pan duro y dormía sin apenas darse cuenta, de parpadeo en parpadeo, de cabezada en cabezada. Sólo el consumo del cabo de la vela daba cuenta del paso del tiempo en aquella lúgubre biblioteca.
    Le escocían los ojos del esfuerzo al descifrar la menuda y apretada caligrafía de algunos de los manuscritos más antiguos, ello unido también al humo dulzón que desprendía el cabo ardiendo al derretir la cera. Tenía la espalda entumecida a causa de la encorvada posición que adoptaba para poder acercar los libros a la vela; pero aún así no podía detenerse. En algún lugar en aquella montaña de tomos y tomos tenía que haber algún texto que explicase el origen de La Guerra, porque desde luego nadie que aún viviese lo recordaba.
    El odio se había ido heredando de generación en generación, justificándose con actos nimios al carecer en el fondo de una razón de peso, pero la verdad es que eso daba igual. A lo largo del curso de la contienda, ambos bandos habían cometido suficientes atrocidades para justificarse otros 300 años de odio y venganzas.
    Había encontrado la biblioteca por casualidad, deambulando entre las ruinas abandonadas de Ayak, que antaño había sido la academia principal del Imperio, mientras recordaba entristecido su adiestramiento. El derrumbamiento de algún muro había abierto una claraboya en una de las cúpulas de la biblioteca subterránea, dejando al descubierto una pequeña parte de la misma. Descendió entre los escombros mientras recordaba la 2ª etapa de su adiestramiento. Aún le parecía oír la voz del viejo maestro, insistiendo en que toda la historia acontecida después del uso de la escritura estaba recogida en las distintas academias del Imperio. De ser eso cierto no tendría más que tener paciencia y buscar, página tras página y libro tras libro.
    Perdió la noción del tiempo, la recuperó y la volvió a perder antes de dar con el libro que buscaba, y cuando salió de la sala trepando por la pila de escombros, con un viejo libro de tapas verdes bajo el brazo, alzó la vista hacia el cielo y observó que los pálidos y finos jirones de Narb estaban a punto de tocar los extremos del firmamento, dando paso a un nuevo día.
    El mundo seguía desmembrado y ardiendo de confín a confín, tal y como lo había dejado, pero ahora (al menos) creía comprender por qué.

    Somodgy

    Que conste que no es mia esta historia, sino de un amigo que escribe muuuuuuuy bien. Un aplauso para él.