domingo, 28 de octubre de 2012

Me aburro

Mi piace andare piano, piano,
como Constantino Romero
because like this
because like this si arriva lontano.

Cuando desperté, ¡qué triunfo!,
entendí que había sido capaz de ganar
a cien millones de hombres perezosos en pijama.
Y había nivel, y trampas.
El segundo quería hacer algo de provecho,
pero volviose a la camita a acostar.

Hoy voy a decirlo: ¡cómo me aburro!
Y tú ya no puedes entretenerme.
Soy un ser divino, ven a arroparme.
¡Qué mala suerte aburrirme tanto!

Luego salí, ¡qué trauma!,
percibí que aquí fuera no había diversión,
yo no iba a ser el rey de la fiesta.
Algo más tarde, ya noche,
me juré no volver a olvidarlo jamás,
fui el ganador del gran circuito de Lo Mónaco.

Hoy voy a decirlo: ¡cómo me aburro!
Y tú ya no puedes hacerme entretenerme.
Soy un ser divino, ven a arroparme.
¡Qué mala suerte aburrirme tanto!

Oh, el síndrome Loserdad,
la vida te sentó en un sillón,
contando todo tipo de traumas.
Oh, podrías pensar un rato en él,
quería hacer algo, recuerda como te empujaba.
Y quedó aburrido, uuuhhh ...

Hoy voy a decirlo: ¡cómo me aburro!
Y tú ya no puedes hacerme entretenerme.
Soy un ser divino, ven a arroparme.
¡Qué mala suerte aburrime tanto!

Di no al aburrimiento, sin aburrirse, sin aburrise, no al aburrimiento.
Sillón contra Camita,
aburrimiento es lo que impera.
Qué simpático, simpático, carismático, simpático.
Sillón contra Camita,
tus loserdades a la hoguera, ¡ya! 

(Pues eso, que me aburro mucho, siento esta "cosa", por llamarlo de alguna forma. Rezad por mi alma inmortal.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario