viernes, 30 de marzo de 2012

Bueno, ahora que la gente ha luchado por sus derechos en la huelga general de ayer, a ver si la gente empieza a luchar por sus sueños. Lo dudo mucho, pero bueno, el mundo no es perfecto.

lunes, 26 de marzo de 2012

Ácido

Cuando la fría hoja de metal abrió su carne no sintió nada. Ni un dolor sordo, ni una tajo seco. Nada.
Bajó la mirada y contemplo cómo la sangre empezaba a manar de la fina línea de color rojo brillante que había aparecido en su abdomen, a la altura del estómago. Vio cómo empezaba a deslizarse y a escurrirse, tiñendo de rojo su piel. Fue entonces cuando alzó la vista, fijándola en la enorme figura, alta y de brazos tan regios como podrían haber sido dos ramas de un roble, que sostenía en sus manos un cuchillo manchado de sangre. La misma sangre que resbalaba por su abdomen. Alargó una mano hacia él y entrecerró los ojos, haciendo un esfuerzo para intentar poner en orden sus pensamientos y poder comprender cómo había acabado así.
Notó cómo sus labios hacían el ademán de curvarse, intentando dar rienda suelta a la idea que había dominado su cabeza desde que todo esta locura comenzase. "¿Por qué?" Sin embargo no llegó a despegarlos. Repentinamente perdió todo el interés que esa cuestión le suscitaba.
Sentía como la vida se le escapaba poco a poco, cómo fluía hacia afuera, de la misma forma que el ácido de su estómago se derramaba a través de la herida, abrasando la carne de alrededor a su paso.
¿Cómo podía estar sucediendo esto?¿Cómo era posible que, mientras se desangraba y notaba como la presión de sus arterias disminuía y sus músculos iban perdiendo tensión, no le importase? Ni siquiera se le pasó por la cabeza preguntarse el por qué de ese desinterés, simplemente lo aceptó.
No estaba sucediendo nada, ningún pase de diapositivas que resumiese su vida en un par de segundos, ninguna certeza abrumadora, ninguna revelación ni ninguna luz al final del túnel; claro que tampoco le importó.
Se sintió vacío y despreocupado, de la forma en que sólo puede sentirse alguien que sabe que no queda más, que todo está hecho y qué, ahora sí, no se puede cambiar nada.
Extrañamente, ese vacío trajo una sonrisa a sus labios. Todo estaba hecho y no había vuelta de hoja. Nada de lo que arrepentirse a estas alturas. Ni siquiera estaba teniendo que aceptar su muerte, ya que ella se estaba imponiendo brutalmente. No le quedaba más que dejarse caer, y lo hizo. Se escurrió contra la pared y se dejó resbalar hasta el suelo. Todo ello sin dejar de mirar lo fríos ojos verdes y amarillos de su verdugo. Esos extraños ojos podrían haber conseguido llamarle la atención en algún otro momento, pero no ahora, total, estaba muriéndose.
Aún con la sonrisa en el rostro, un último pensamiento le vino a la mente. Irónico, como todos lo que cierran una etapa, resumiendo la sarta de idioteces que nos guían a acabarlas. "Al final he conseguido dejar de pensar"
Sonrió aún más y dejó el cuerpo inerte, mientras notaba como su corazón luchaba desesperadamente por seguir latiendo. Bum, bum, bum. Cada vez más débil, cada vez más espaciados ... Bum ... bum. Dos .. uno ... no había más. Espiró y cerró pesadamente los párpados, mientras todo a su alrededor se iba tornando de un hermoso y extraño color dorado.

Somodgy

sábado, 24 de marzo de 2012

La increíble historia del sonambulista ilusionado

Hola. Te lo digo a ti que lees esto. Hace algún tiempo que no escribo, pero no te voy a aburrir contándote mi vida. ¿Qué iba a escribir yo? Ya no me acuerdo, pero sería una tontería sin importancia. Debería seguir escribiendo las historias del Sonambulista. Estoy pensandolo seriamente. Y que conste que cualquier parecido con la realidad es simple coincidencia. Bueno, voy a intentarlo.

El sonambulista se despertó. Esta vez se arriesgó mucho, intento subir más alto, sin protecciones sin barra, tenía la ilusión de que no se iba a caer. Hasta que puso el primer pie en la cuerda. Fue entonces cuando se dio cuenta de que todo podía salir mal, de que podía caer, pero aún así siguió avanzando, una vez arriba no puedes hacer nada más. Y pasó lo que tenía que pasar, lo que todos estaban esperando. Cayó desde gran altura y el tiempo que tardó en caer se le hizo infinito. Simplemente caía y caía. Le cogió el gusto a caer. No intentó volar, creía que no podía. Y al final el infinito se acabó. Chocó contra el suelo y no sintió nada. Sabía que lo que le dolería después no sería el golpe sino la caída.

Lo primero que vio fue el techo, estaba tumbado, nada le dolía, hasta que miró la cuerda. Entonces es cuando le empezó a doler. Había vuelto a caer y ahora se daba cuenta. Sabía que iba a caer, pero eso no hacía que doliera menos. Sabía que ese era su trabajo, y que lo hacía porque quería, nunca se arrepentiría de nada. Sabe que no hay que arrepentirse de nada que hagas porque quieres.

-El mundo no es perfecto- le oyeron decir.

Y volvió a subir, aún más alto.

lunes, 5 de marzo de 2012

Conversación

He tenido una conversación con un amigo acerca de la anterior entrada, así que si os queréis enterar de que va la cosa leed antes esto Sonambulista , y me ha parecido una de las conversaciones más interesantes que he tenido en toda mi vida, así que la pondré aquí para que todos podáis leerla, Yo soy D y mi amigo S.

S: Mola. Aunque casi me hace llorar. Es un poco depresivo, pero eso sólo hace que mole más.

D: ¿Depresivo? Más bien triste, pero el final no es depresivo.

S: ¿Como que no? se va a volver a caer.

D: Si, pero no deja de intentarlo, no se rinde y al final llegará, cueste lo que cueste.

S: ¿Y a qué va a llegar? ¿A qué precio? ¿Merecerá la pena? Lo va a seguir intentando porque no tiene nada más que hacer, no sabe hacer otra cosa. No tiene elección. Es eso o quedarse quieto, morir. Y quiere posponerlo un poco, nada más. Pero eso no significa que vaya a escapar.

D: Al final va a llegar, el precio da igual, y merecerá la pena, porque habrá llegado. Sí tiene más cosas que hacer, puede quedarse abajo y vivir la realidad. pero no quiere, quiere volver arriba a intentarlo, puede escapar, pero no quiere.

S: Quedarse abajo a vivir la realidad es morir. Es aceptar que no puede. La muerte de las ilusiones está por encima de la muerte del cuerpo. Pero, en este momento, no creo que llegue, la verdad.

D:Si, es la muerte, pero puede elegir morir y sin embargo no lo hace. Sería mucho más fácil rendirse, pero no lo hace.

S: Pero si se rinde no le queda nada.Si no se rinde no es por valentía. Es por cobardía. Miedo a morir. Y punto. Como todo. Incluso el altruismo. Egoísmo disfrazado. El altruismo es la peor forma de egoísmo.No haces cosas por los demás, las haces porque a ti te sienta bien.

D: Pero la nada es muy cómoda, muy fácil, no tiene miedo a morir, simplemente indiferencia.

S: ¿Indiferencia? ¿Si tiene indiferencia por qué se cabrea al caer?

D: No me he explicado bien. Digo que en el caso de querer quedarse abajo lo haría por indiferencia, pero no, quiere volver a subir, no quiere rendirse copón, no porque no haya más oportunidades, sino porque quiere.

S: Pero no va a llegar a hacer nada.

D: ¿Cómo sabes que no va a llegar a hacer nada?

S: No depende de él, depende del azar.Y va a caer. El azar no es favorable, si algo puede salir mal, saldrá mal.

D: ¿Pero qué más da eso? Lo importante es que cree que lo va a conseguir, sabe que lo va a conseguir, aunque no lo consiga. ¿Que mas da que todo vaya a salir mal?

S: Morirá desilusionado. Al ver que se está muriendo y que no lo va a conseguir. Un suicidio. Con todo aceptado. Sería lo mejor. Y lo más valiente. Sin engañarse, sabiendo lo que va a pasar.

D:No morirá desilusionado, porque sabrá que lo ha intentado, que no ha dejado de intentarlo, porque no se ha rendido, su verdadera muerte sería rendirse.

S: Y morirse. Morirse también es la muerte. Morirá jodido, porque sabe que no ha llegado. Sabe que lo ha intentado pero no lo ha conseguido. Morirá sabiendo que está limitado. Morirá dándose de cara contra la pared. Morirá pensando "Y si ...". Y si lo hubiese intentado de otra manera. Y si tal condición me hubiese sido más favorable. Hasta que dirija su mirada hacia sí mismo y empiece a culparse y a cabrearse consigo mismo. A odiarse por no ser lo suficiente. Y morirá, claro que morirá. Morirá con lágrimas en los ojos y bilis en la garganta. Dándose cuenta que no ha sido suficiente. Dándose cuenta que a pesar de intentarlo no puede, porque la tarea le viene grande, porque es demasiado pequeño e insignificante para afrontarlo

D: Te equivocas, aunque lleves razón te equivocas, nunca morirá, nunca.

S: ¿Por qué? Se que no es todo tan negro como lo pinto. Sé que también hay parte bonita en intentarlo.

D: No se por qué, pero nada tendría sentido si fuera de otra forma. Prefiero engañarme y creer.

S: Un pesimista vive amargado, pero muere feliz. Al final las cosas son mejores de lo que se lo pintaban. Un optimista vive feliz y muere amargado. Al final las cosas no fueron tan bien como él quería.

D: Pues se un optimista en la vida y un pesimista en la muerte.

S: No se puede ser así. Por muerte me refiero a desenlaces a la hora de la verdad. Lo que sí puedes hacer es ir rebajando tus expectativas, en vez de darte una ostia gorda, te las vas dando pequeñitas.

D: Pues se un pesimoptimista, piensa siempre que todo va a acabar mal pero vive como si fuera a acabar bien. Nunca rebajes tus expectativas, te darás muchas ostias gordas, pero al final lo conseguirás, o eso quiero creer.

S: ¡Qué joven eres!

D: No soy joven. Me he dado muchas ostias gordas, pero joder, si pierdo la esperanza, ¿qué me queda? Y la he perdido muchas veces, la esperanza es lo último que se pierde, pero se pierde al fin y al cabo, pero la esperanza vuelve.

S: Claro que volverá. Pero mientras vuelve ... A regodearse en nuestra crapulencia, y a aprovecharlo.

D: Pues ya está copón, aunque al final no llegues al otro lado habrás vivido como querías vivir, y cuando mueras al final te darás cuenta de que querrías seguir intentándolo, que si te dieran a elegir volverías a intentarlo.

S: Hombre, eso es una suposición. Te acepto lo de vivir como quieras, pero lo del final... Bueno, sí, que demonios. No me arrepiento de nada de lo que he hecho, aunque a veces sea difícil no echar la vista atrás. Y empezar a preguntarse: Y si ...?

D:Nunca hay que preguntarse por y si... es lo peor que puedes hacer.

    Sonambulista

    Sonambulista es aquel que camina por una cuerda, puede ser ancha, de acero o simplemente un hilo, hecha de sueños. Va sin barra y con botas de montaña. Debajo de el no hay red ni protección alguna, solo la realidad. La cuerda se rompe y cae. Pero no se rinde, a pesar de que se rompa todos los huesos de su cuerpo vuelve a subir, y mientras tanto intenta hilar otra cuerda, al principio corta y poco resistente, pero finalmente vuelve a ser una cuerda resistente, mucho más resistente que la anterior. Y vuelve a subir. Comienza de nuevo a andar por ella, pero no se da cuenta de que aunque la cuerda resista puede ser él el que falle. Un paso en falso y cae. Pero el muy cabrón no se rinde, cuando ya debería dar todo por perdido vuelve a intentarlo. Piensa que igual si se quita las botas de montaña, que si usa una barra, de forma que sea mucho más fácil igual consigue llegar al otro lado. Y vuelve a subir, esta vez preparado, está bien equipado, sabe que se puede caer, sabe como lo tiene que hacer para evitar caer, avanza perfectamente usando la barra para mover su centro de masas, lo tiene todo perfectamente controlado. Pero no puede controlarlo todo. Un simple soplo de viento lo zarandea y lo hace caer. Entiende que por mucho que ponga de su parte, que por mucho que lo intente al final solo queda el azar. Que si quiere llegar al final necesita suerte. Pero no quiere suerte, no debería necesitar suerte. Pierde la esperanza poco a poco, sabe que lo más probable es que nunca lo consiga. Y vuelve a subir.

    domingo, 4 de marzo de 2012

    Creer

    Siempre me he quejado de la gente que cree en cosas fuera de la razón o de los hechos. Pero joder, me he dado cuenta de que soy parte de ellos. Me he quejado de que veneren algo que no existe, o que quizás no exista, me he quejado porque la gente cree sin razón alguna. Y al final yo también creo, evidentemente no en temas tan transcendentales, pero creo al fin y al cabo, sin razón alguna, sin hecho comprobado, sin experiencia ni mierdas, aunque sean cosas totalmente banales o no. Todo el mundo lo hace al final. Mucho racionalismo, mucho empirismo pero al final todo es creer. Y no me gusta creer, le da a todo ese aire de incertidumbre que nos horroriza (joder, y ahora me pongo a pensar en cuántica...). Bueno el caso es que no quiero creer, pero no puedo dejar de hacerlo, y todo el mundo igual. Y tengo muchas más cosas que decir, pero hoy no, mañana.